EDITORIAL Y PRESENTACIÓN
Este número recoge las reflexiones del Seminario público del Centro de Investigación Duoda de la Universidad de Barcelona y el coloquio que le siguió. Incluye también el diálogo magistral con Lia Cigarini, los textos de la Jornada “Ser mujer en el siglo XXI”, los de la IV Jornada de Política de las Mujeres de Reus y las viñetas de Pat Carra.
El seminario se centró en los posibles vínculos entre la democracia igualitaria y la violencia contra las mujeres. Esta reflexión se realiza desde la palabra viva de mujeres y hombres participantes, entrelazando experiencia y pensamiento, respetando la diferencia humana primaria de ser mujer o ser hombre, sin borrar la diferencia sexual libre.
Como señala Luisa Muraro, “la democracia igualitaria fue inventada por hombres que excluyeron a las mujeres, y porque es una conquista histórica, es criticable y se debe valorar en cada presente histórico.” Por ello, se repiensa la democracia igualitaria y su posible vínculo con la violencia sexista, sin establecer una relación de causa-efecto.
Se analiza por qué, incluso en los países con democracia paritaria avanzada, la violencia contra las mujeres persiste. Se destacan formas encubiertas de violencia derivadas de la burocratización, tecnificación e instrumentalización de las relaciones de convivencia, del trabajo y de las instituciones públicas, que obstaculizan la libertad femenina y afectan también a los hombres que buscan repensar su posición frente al poder.
Se cuestiona el papel simbólico del derecho, la norma y la legislación, que en ocasiones actúan como barreras simbólicas que interceptan relaciones de confianza, donde las mujeres se mueven mejor gracias a su apertura relacional y corporal, como destaca Clara Jourdan.
Este análisis reconoce la autoridad de todas las mujeres cuya lucha hizo posible la libertad actual y motiva continuar practicando la diferencia libre en relaciones equitativas entre mujeres y hombres. El debate público, como en otros seminarios, se valora como parte esencial de esta riqueza, permitiendo abrir y mantener la discusión y las relaciones más profundas, tal como subraya Luisa Muraro: “el mejor reconocimiento a las mujeres que han luchado por nuestra libertad, es disfrutarla libremente”.
